Por: Daniel García.

“Me apasiona estar ahí, siempre me ha gustado dirigir, guiar, transmitir una enseñanza”.

Un cartagenero que ahora se dedica a formar futuros talentos, Iván ‘Champeta’ Velázquez, dejó las canchas pero no el futbol, su pasión por este deporte lo llevó a estudiar Tecnología en entrenamiento deportivo en una Universidad de la ciudad. Aquel gran delantero que en dos ocasiones vistió la ‘vinotinto’ volvió para crear una escuela de fútbol y así enseñar lo aprendido como jugador a los jóvenes que sueñan con llegar al nivel profesional.

¿Por qué escogió el fútbol?

Yo no creo que haya escogido el fútbol, yo creo que el futbol me escogió a mí, siempre me ha gustado, siempre lo practiqué, lo jugué y hoy estoy feliz de haber pertenecido a esta gran familia en este maravilloso deporte.

¿De dónde surgió el apodo ‘La Champeta’?

Yo soy de Cartagena, pero “La Champeta” surgió aquí antes de un partido contra Real Cartagena estando en Deportes Tolima junto con Elson Becerra, que en paz descanse, tuvimos una entrevista para Skype en ese tiempo y la persona que nos iba a hacer la entrevista, nos pidió que uno cantara y el otro bailara, en ese tiempo me toco cantar a mí y a Elson bailar y entró Marcelo Álzate, que hoy trabaja en una radio de Ibagué, y me vio y quedé Champeta, pero siempre he creído que ese apodo era más para mi compañero. Desde ahí quedé con ese apodo y todavía lo mantengo.

¿Qué recuerda de su infancia?

Mucho juego, mucho deporte; jugué baloncesto, bolita de caucho, bate de tapitas, fútbol y microfútbol, todos los deportes habidos y por haber. Recuerdo mi familia, abuelos que ya no están, mi mamá, mi papá, mis hermanos, conmigo somos 4, uno menor que yo, después siguen dos muchachas, que sacaron la cara por la familia y son muy bonitas. Recuerdo mucha calle, jugando a pie descalzo, en fin...

¿Cómo es su familia?
A mi esposa la conocí acá en Ibagué en 1998. Yo jugaba con Cooperamos, y ella vivía por ahí por la 37, tenía una video tienda y llegué a alquilar una película y la conocí, me gustó y empezamos a hablar, al principio nada y después ya de ocho meses por ahí me dio un camino y me metí. De esa unión nacieron Sebastián y Sofía, hoy Sebastián tiene 13 y Sofía 7 y tenemos ya gracias a Dios 14 años de casados.

¿Quién era su ídolo cuando era niño?

A mí me gustaba mucho Faustino, El Pibe en ese tiempo, pero había un delantero que marcaba siempre la diferencia en el América de Cali, Bataglia, por su desequilibrio, porque era rápido. En ese tiempo yo seguía al América, entonces me gustaba Gareca, Bataglia, Falcioni, pero después empecé a ver mucho a Faustino por su juego, parte técnica, despliegue, entonces tuve la gran fortuna de conocerlo, convivir con él, fue un sueño hecho realidad el conocer a Fausto.

¿Quién lo hizo debutar como profesional y cuándo sucedió?

Yo debuté en el año 99 con el profesor Juan José Peláez en Santa Fe. Salí de Cooperamos, pero pertenecía al Deportes Tolima, entonces me fui a Santa Fe y allá debuté, es día hice gol en un clásico contra Millonarios. Andaba bien, después entre en un bajón que me costó pero era normal porque necesitaba aprender muchas cosas.

¿En qué equipos y países jugó?

Yo jugué en 8 equipos de Colombia jugué en Tolima, Nacional, Junior, Once Caldas, Medellín, Huila, Santa Fe y Quindío. Fuera de aquí jugué en Cuenca de Ecuador, jugué en Quilmes de Argentina, en Venezuela, Mineros de Guayana y jugué en el Caracas, y el último equipo fue Caimanes de Perú, donde logramos el ascenso y ahí terminó mi carrera como jugador activo.

¿De futbolista a entrenador, por qué?

Me apasiona estar ahí, siempre me ha gustado dirigir, guiar, transmitir una enseñanza, me gusta el vértigo, estar allá dentro donde se siente, acompañar sobre todo a esas personas a que cumplan un sueño. Me siento mejor ahí que en cualquier lado, me gustan los viajes, interactuar, me gusta ser útil, estar en actividad. No me gusta quedarme quieto, la dirección técnica para mi es una pasión, por encima de cualquier cosa.

¿De los 140 goles que marcó, cuál es el más bonito o el que más recuerda?

Yo creo que el que más recuerdo, porque tuve varios goles muy bonitos, fue uno que le hice a River jugando con Caracas, con ese gol ganamos en el Monumental, un gol significativo lleno de historia, era la primera vez que un equipo Venezolano ganaba allá y de la manera que ganamos. Ese gol lo recuerdo bastante. También recuerdo un gol aquí en Colombia que le hice a Junior estando con Huila, casi desde la mitad de la cancha, con ese gol clasificamos a las semifinales.

¿Por qué decidió quedarse en Ibagué?

Yo creo que las circunstancias, todo me trajo acá, desde que llegué sentí la acogida de la ciudad, la tranquilidad, aunque ha cambiado Ibagué todavía sigue siendo la cuidad pequeña, tranquila donde ahora que ya tuve una carrera bastante buena, la gente me recuerda, me conoce, no me meto con nadie, nadie se mete conmigo, ahora tenemos el proyecto deportivo y estamos sacándolo adelante, entonces veo y siento que Ibagué es una ciudad que me permite trasladarme con mucha facilidad de un lado a otro, porque estamos en el centro del país, es una ciudad que en el futuro siento que mis hijos van a crecer con tranquilidad y eso es lo que busco para mí.

¿Cómo nace la idea de crear un equipo de futbol?

Bueno, ya finalizando mi carrera empecé a mirar que me gustaba dirigir y necesitaba algo para empezar y colocar las ideas a flote, para empezar a seguir un método, para estudiar; hoy gracias a Dios estudio en la Universidad de Ibagué Tecnología en Entrenamiento Deportivo en Fútbol, eso me abre un poco el panorama, pero nació una junta de socios con Hernán Céspedes y en un charla empezamos a mirar el horizonte, se juntaron varios socios capitalistas, y hoy lo que es el Club Berlín Atlético Ibagué nació de unas ideas de nosotros, sin tener nada pasamos a tener todo esto que se ha materializado porque nuestros socios han creído en el proyecto y vamos por buen camino.

¿Qué opinión tiene de los futbolistas tolimenses?

Los  futbolistas tolimenses tiene una gran cualidad, son jugadores buenos, no todos, pero hay jugadores que marcan mucha diferencia, pero el gran error o falencia, es la mentalidad a veces se pasan de perezosos a veces se pasan de una actitud errónea, no les gusta trabajar y eso cuesta caro, por eso hemos tratado de cambiarle el chip a los nuevos jóvenes y nuevas generaciones, que tengan esfuerzo, voluntad, que sepan que si no van a ser futbolistas por lo menos serán gente comprometida en una causa, gente competitiva en la universidad, el trabajo, el colegio, donde quiera que estén y formarlos en valores, de ahí parte todo.

¿Le gustaría dirigir al Deportes Tolima?

Si, para eso me preparo, ese es uno de mis sueños poder dirigir, ya que no me pude retirar ahí poder tomar las riendas del equipo en cualquier momento, sé que va a pasar un buen tiempo para que eso suceda, pero sé que va a suceder, tengo que estar preparado para que no me agarre como decimos vulgarmente con ‘los pantalones abajo’ hay que estar preparado, estar pendiente, llevar estadísticas mirar todo lo que genera el Deportes Tolima para cuando la oportunidad llegue elegir bien, entregarme por completo al equipo que quiero, que me dio la oportunidad de jugar, donde hice muchos goles. Ese es el reto, la consigna, prepararse bien para dirigir bien.