Mujeres y política: una relación necesaria y transformadora
Por: Karen Daniela Peña
La política se compone primordialmente por dos conceptos: poder y autoridad. De aquí, la razón que durante mucho tiempo las mujeres estuviéramos excluidas de la misma bajo la idea de ser sumisas.
Durante un par de siglos, sin ir más lejos en la historia, la lucha por defender los derechos de las mujeres ha sido incansable, pero nos han minimizado y castigado por esta honorable labor. Un ejemplo de ello, es el caso de las sufragistas o el más conocido incendio en 1908 de la fábrica textil Cotton de Nueva York, del cual cada 8 de marzo conmemoramos el Día internacional de la mujer trabajadora.
No obstante, los productos de los esfuerzos y de las luchas que han aportado a los derechos de las mujeres, aunque han sido relevantes, no son suficientes. Tras el logro de las sugrafistas, ahora se debate la participación equitativa conocida como paridad de género para los puestos de representación política que podría afirmar se da como una simple formalidad.
La paridad de género no es una garantía para que las mujeres que ocupan cargos políticos o cargos de incidencia generen o contribuyan eficazmente en la transformación de un territorio equitativo e igualitario para todas, de lo contrario, el informe anual de ONU Mujeres 2023 no tendría noticias alentadoras.
Según ONU Mujeres y el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (ONU-DAES), lo que se esperaba lograr con el ODS 5, igualdad de género, está lejos de la realidad. Ningún país cuenta con la erradicación de la violencia de pareja, 614 millones de mujeres se encuentran en contextos de conflicto, 110 millones de niñas y mujeres jóvenes estarán sin escolarizar para el 2030 y la brecha salarial y laboral es significativamente alta.
Aun así, la distribución de los recursos para promover la equidad y justicia de género es nula comparada con la destinación a los espectáculos. Por otro lado, los resultados de las elecciones territoriales evidencian que en el Tolima de las 40 candidatas a las alcaldías municipales, solo 9 lograron la victoria.
Lo que se puede esperar de los nueve municipios: Flandes, Herveo, Ibagué, Líbano, Mariquita, Murillo, Natagaima, Santa Isabel y Suarez; es una política significativa a los derechos de las mujeres, es decir, la priorización en temas como la igualdad al acceso educativo y laboral, la mitigación de las VBG y la formulación y/o ejecución de políticas públicas de género.
De los 38 municipios restantes se espera en igual medida, reconociendo que sus burgomaestres son fieles a lo que consigna la constitución, específicamente, en el artículo 43, la directiva 001 del 2021, la ley 1257 del 2008 y todas aquellas normativas que promueven el goce de nuestros derechos como mujeres.
Cabe precisar que las acciones deben transformar la situación de las mujeres en cada territorio. No se debe caer en el error de proponer acciones que fomentan a la reproducción de machismos, como fue el caso de Purificación Tolima en su último plan de desarrollo en el que se precisó una educación no formal para mujeres en artes y oficios como modistería, estética y belleza; roles que durante la historia nos han sido impuestos por una sociedad conservadora.
Para finalizar, se invita a los próximos y próximas dirigentes a formar planes de desarrollo municipales con una mirada integral en género y en línea con los objetivos de desarrollo sostenible. A la comunidad, específicamente, las mujeres, la veeduría, el control político, y la exigencia de sus derechos debe ser prioridad, no deshechemos los logros que nuestras antecesoras alcanzaron, que sus muertes no quedan en vano.
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