Aguas residuales en Ibagué

 

 


“El IBAL y Cortolima tienen un proyecto a mediano plazo, con el fin de erradicar o suspender la planta que funciona en las Américas junto con la de Comfenalco y fusionarlas creando una nueva PTAR.”


 

La ciudad de Ibagué hoy cuenta con el funcionamiento de tres PTAR (Planta de Tratamiento de Aguas Residuales) bajo la coordinación del IBAL. En general, se trata agua residual local, procedente del consumo ciudadano en su mayor parte, así como el agua lluvia o fugas de agua en la superficie urbana. Por medio de procedimientos físicos, químicos y biotecnológicos se busca obtener agua potable con mejores características de calidad.

La ubicación de estas plantas abarca una parte de la ciudad: la primera se encuentra en el barrio Tejar que cubre toda la zona sur de Ibagué; la segunda está en la Ciudadela Comfenalco y solo está diseñada para el cubrimiento de este barrio y otro aledaño. En cuanto a la planta que se encuentra en las Américas solo funciona con las aguas del barrio Américas y los Tunjos. Todas tienen como principal objetivo disminuir la carga contaminante que contienen las aguas residuales. Según Alexander Narváez, funcionario de calidad ambiental de Cortolima, hasta el momento se han cumplido los objetivos inicialmente planteados en la normatividad pero se debe tener en cuenta que según el clima se tienen picos en los resultados, por ejemplo, baja en época de invierno.

 


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En la PTAR que está situada en la Ciudadela Comfenalco hay un problema específico ya que hay viviendas que se encuentran muy cerca de la planta y como en este lugar se realizan procesos anaerobios (se utilizan bacterias para la remoción de la materia orgánica en las aguas residuales) emiten gases de mal olor que llegan hasta las viviendas. La normatividad de espacio que debe haber entre una PTAR y una urbanización debe ser de por lo menos 500 mt.

Johana Rivera, Jefe del grupo de aseguramiento de calidad de agua en el IBAL dice que “La planta estaba construida mucho antes de que empezaran a expandir la construcción de viviendas en el barrio, las personas saben que es lo que hay allí y nosotros no tenemos la culpa, ya que planeación permitió que en este lugar, se construyeran urbanizaciones”.

El IBAL y Cortolima tienen un proyecto a mediano plazo, con el fin de erradicar o suspender la planta que funciona en las Américas junto con la de Comfenalco y fusionarlas creando una nueva PTAR, más grande, con más capacidad, siguiendo las normativas que permitan cubrir otros barrios; de esta manera poder mejorar la calidad de vida de todas las personas que tienen sus casas junto a la planta, sin necesidad de desalojarlas o dejar a un lado el mejoramiento del agua.

Rodrigo Hernández Subdirector de Calidad Ambiental de Cortolima afirmó que “este es un proyecto que tenemos con el IBAL desde el 2003 y teníamos como plazo el 2015 para cumplirlo, pero esta es la hora y no se ha visto nada, porque cada vez se ha convertido en una proyección futura, que necesita recursos y aprobación de distintos entes”.

 


“En general, se trata agua residual local, procedente del consumo ciudadano en su mayor parte, así como el agua lluvia o fugas de agua en la superficie urbana. Por medio de procedimientos físicos, químicos y biotecnológicos se busca obtener agua potable con mejores características de calidad." 


Redacción y fotografía por: Daniela Arias. Estudiante de Comunicación Social y Periodismo, Universidad de Ibagué.

 

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