Los estudiantes de Comunicación Social & Periodismo de la Universidad de Ibagué inician, con este proyecto, una re-construcción semiótica de la Ciudad musical de Colombia. En las semanas que vienen elaboraremos noticias, entrevistas y perfiles. Cada uno de estos productos periodísticos será re-significado a partir de las imágenes, los signos y los símbolos que se vayan identificando en las calles, parques y las diferentes zonas de Ibagué. Nuestro interés es constatar, a través de historias e imágenes, que la construcción de la ciudad es la suma permanente de intereses e intenciones...musicales.

Esta es la historia de un zinggaro en la Tercera.

Emilio es un violinista colombo-italiano de treinta y tres años de edad, es uno de los artistas que utilizan la Tercera como escenario de trabajo. Su amor por la música, en especial por el instrumento que interpreta desde los 8 años, lo lleva inmerso en la sangre. Descendiente de una familia de músicos aprendió a manejar el violín de una manera virtuosa. A pesar de haber interpretado su música en diversos escenarios clásicos, decidió que su arte debía ser compartido en distintas esferas sociales.

Emilio vive a través de sentimientos e impulsos, como todo artista sus decisiones fueron guiadas por sus emociones, en este caso el detonante de su viaje a Colombia, no solo fue el amor hacia el romanticismo, sino el amor hacia sus raíces.

El artista tiene como objetivo transmitir a través de la música diferentes sensaciones, que motivan al espectador a disponer un poco de su tiempo al escuchar melodías de distintos géneros. Éste propósito se ve opacado según Emilio, por la falta de compromiso del gobierno local y el poco interés de los transeúntes hacia la música informal.

Otra dificultad que, sugiere Emilio, enfrenta el músico de la Tercera es la constante intromisión de géneros perjudiciales para la conciencia e historia musical. Dichos géneros como el reggaetón, son los que le arrebataron a Ibagué el título de Ciudad Musical de Colombia.

Una ciudad que se ha construido a través de tradiciones y que ahora, Emilio afirma que estas han perdido su importancia debido a que los nuevos géneros musicales se han convertido en un elemento esencial para la construcción de la memoria musical de la capital del Tolima.

De esta manera el artista vive en un mundo cargado de emociones, por lo tanto no está exento de experimentar los sentimientos de nostalgia, soledad y melancolía. Emilio no es ajeno a ellos, pero encontró fortaleza en Victoria “la mujer que necesitaba de su mirada y él de su sonrisa”.

El amor en la vida de Emilio fue el preludio, vínculo y consumación de su llegada a la Tercera, un italiano que encontró en el arte una forma de vida.

Realizado por: Juan David Pastor, Juan Manuel Sanabria, María Fernanda Moore y José Reynaldo Morera. Estudiantes de Comunicación Social y Periodismo. Universidad de Ibagué. III semestre.