Remembranza de aquellos oficios olvidados 

Sinopsis

Existen oficios, quehaceres y formas de sustento que yacen ocultas en el campo colombiano. Explorar estos espacios, permite alejarse y crear una imagen más amplia respecto a qué es el trabajo en estos contextos. La cotidianidad en las grandes urbes ha logrado oscurecer estas artes que para el campo son indispensables en su diario transcurrir. Esto es el Arte Rural, un pódcast que girará en torno a cuatro oficios distintos que se desarrollan en las zonas veredales del corregimiento de Coello - Cocora de la ciudad de Ibagué, porque rara vez es mal año en campo bien sembrado.

Capítulo 1: El Trapiche 

Uno de los grandes placeres de llegar al campo colombiano es poder degustar una rica y deliciosa aguapanela. En varios corregimientos de la ciudad de Ibagué es común encontrar el famoso trapiche, máquina que sirve para extraer de la caña el dulce tan particular. Este menjurje se utiliza para varias cosas; hacer azúcar, fermentarlo y hacer guarapo, o perfeccionarlo hasta lograr la famosa panela. En el corregimiento de Coello - Cocora, en la vereda de Honduras, existe un trapiche manejado por Bernardo Chávez, un habitante del sector.

Capítulo 2: Caficultores  

Hablar del café es hablar de Colombia, no hay quien lo niegue. Si algo se ha sabido es que el mulato, el rico, el indio o el pobre se toman un café por la mañanita, es como una adicción, una dependencia, una enfermedad. El café tiene un largo proceso, no es solo arrancarlo de un arbusto y dejarlo a merced y que llegue solito a la taza. Para alcanzar la simbólica bebida mañanera es importante descerezar, secar, seleccionar, un montón de cosas que tardan en procesar. En el corregimiento de Coello - Cocora es sabido que el café es una importante fuente económica. En la vereda de Honduras vive Arnoldo Albis, un caficultor que tiene el cultivo al frente de su hogar. En medio del rebusque él contará cómo es que maneja el oficio de caficultor en su diario vivir.

Capítulo 3: La rumba

Usted se ha preguntado ¿cómo se divierte la gente por esos lares? En la vereda Honduras, del corregimiento de Coello - Cocora, no se escucha nada más que unos cuantos pájaros e insectos, qué aburrido debe ser, ¿será que los campesinos bajan al pueblo para relajar la mente? Arnoldo Albis también tiene en su finca un centro de recreación. Entre las copas y las risas este centro ofrece pool, cancha de fútbol, tejo y discoteca. Como para acompañar el ambiente deleitan las largas noches y las largas fiestas con comida que se prepara allí mismo. 

Capítulo 4: Las Parteras  

Cada que escucho un río pienso en vida, siento que da vida, que la transmite, pero... ¿cómo será eso de literalmente traerla? Recibir la vida es un arte algo complicado de pensar ¡sí! Pero quizás en los entornos rurales no tanto. Las parteras han sido parte fundamental de la historia, la tradición de la partería es fuerte, es un saber ancestral que se ha alimentado de las sabidurías africanas e indígenas y enriquecidas con la naturaleza: tallos, hojas, raíces. Póngase en los zapatos de quienes conocen este arte. Imagínese cómo es vivir en el campo sin acceso fácil a un centro salud y que de repente inicie un proceso de parto, pues esto ocurrió muchas veces en el corregimiento de Coello - Cocora y para fortuna de la historia; Gladys Loaiza, residente de la vereda Honduras, sabe del tema.

Realizado por: Adriana Mejía, Jonathan Hernández, Juan Montoya y Luisa Fernanda Salazar, estudiantes del programa de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de Ibagué.