Globalización y globalidad como el sometimiento de los estados del mundo
Por: Samuel David
Nota: «Sacad vuestras garras de África» Imagen recuperada de loquesomos.org
El mundo ha sido testigo de los efectos negativos y positivos que ha generado la globalización y la globalidad en el mismo. La primera es definida por Anthony Giddens (2000) como un proceso complejo de múltiples interrelaciones, dependencias e interdependencias entre unidades geográficas, políticas, económicas y culturales; es decir, estados, actores locales, regionales, empresariales, comunidades y personas. La segunda, es definida por Beck citado por Coronado (2001) como el incremento de las Relaciones Internacionales (RR.II) que corresponde a múltiples aspectos de la vida social, económica, política, cultural, etcétera; cuya diversidad es reconocida con mayor rapidez y accesibilidad por amplios sectores de todos los estados del mundo. Y pa’ que no vayan a generarse indicios de que este artículo está sesgado, abordaremos las ventajas y desventajas que han tenido ambos planteamientos en distintos estados que componen el globo y el papel de la globalización en las RR.II.
«La globalización como la mano invisible que está detrás de muchos estados e instituciones del mundo»
Primeramente, habrá que abordar el papel de la globalización en las RR.II, debido a que en ocasiones, ha sido esta la que rompe las barreras o fronteras entre estados, entonces todos los actores encargados de llevar a cabo la agenda de RR.II pasan a un segundo plano. De igual forma, ha sido la medición de impactos que tiene la globalización en las RR.II y en las sociedades internas, la que ha obligado a fomentar transformaciones en la manera en cómo se ejerce la política y el manejo de la agenda internacional, generando la creación o el fortalecimiento de los vínculos, acuerdos y hasta normas internacionales que conduzcan a la constante interacción y convivencia entre estados o individuos.
Si bien es cierto, toda esta interconectividad en la que se sustenta la globalización y de la que hoy gozamos en el mundo, se debe a que estamos en el siglo de la «modernización» debido a todos los avances tecnológicos que hemos presenciado en nuestra corta vida. Es paradójico, porque de la misma manera en cómo podemos estar más conectados con todo el mundo también estamos expuestos a la desinformación. Por ello, dejémonos de cordialidades, que a raíz de tanta vaina salida de contexto, aún en estos tiempos hay personas que creen que los elefantes son rosados, y de igual forma, que EE.UU es un ejemplo de «democracia» y que todo lo demás que sea contrario a él, va de cola pal estanco. Pero regresando al tema, no vine a hablar de la gran bondad que ha tenido este país, sino de cómo ha aprovechado la globalización para disfrazarse y mostrarse como el bueno en toda esta historia mal contada.
Nota: «Los países africanos: cara, cruz y miseria de la globalización» Imagen recuperada de elDiario.es
Estados Unidos y sus sueños húmedos de venderse como ejemplo hacia otros estados en el que se impone ante gobiernos pequeños o débiles quedando estos a la merced del imperialismo estadounidense, que busca subsanar sus intereses económicos y bélicos a costillas de ellos, teniendo como consecuencia que estos estados quedan con profundas crisis sociales internas. Y he aquí, que retomamos una idea corta de lo que es el realismo en las RR.II, en el que brilla la incapacidad internacional por la ausencia de las instituciones en poner un alto a los estados que imponen su «ley» o su forma de gobernar y van merodeando por los pasillos repartiendo «su democracia» a como dé lugar.
«La globalización ha piqueteado al desarrollo latinoamericano» Dangerlen
Como anteriormente mencioné, hay estados que han sido víctimas de los efectos globalizadores. Entre esos están los estados africanos a los que se les ha implementado un modelo occidental a la fuerza, empujándolos hacia una sociedad consumista y «libertaria» que si bien, es ajena a sus capacidades de producción, económicas y hasta sociales debido a las diferentes culturas que se manejan ahí. Iniciando, con que al igual que en África, hay estados latinos que también han sido golpeados por la globalización, entre ellos Haití y los estados centroamericanos que se han visto penetrados por el comercio occidental, la apertura económica a la que han sido obligados y la imposición de gobiernos acordes a la estrella polar.
¿Y qué con todo esto? muchos dirán ¿qué acaso no suena de maravilla que exista buena vida para todos? pues no, porque son estos estados afectados los que terminan sumiéndose más y más hacia la pobreza porque quedan obligados a vivir trabajando para satisfacer los modelos occidentales que les fueron impuestos, dejando de lado la lucha por las transformaciones sociales de sus comunidades, como el tema de la Agenda 2030 (que son los 17 objetivos en el que 193 estados son firmantes y se comprometieron a reunir esfuerzos pa’ cumplirlos hasta el año 2030), en el que hay cantidad de ellos que no han logrado avanzar en la implementación de alternativas que acaben con la miseria en sus territorios, y es aquí, en donde afirmo que de toda esa interconectividad y la cooperación entre estados que ofrece la globalización no ha sido suficiente debido a la escasa voluntad política y la constante búsqueda de intereses propios.
«La globalización ha terminado. Han empezado las guerras culturales globales» Imagen recuperada de The New York Times.
«El fenómeno de la globalización actual, en su afán de unificar los mercados, está poniendo en peligro las variedades culturales, su identidad, además de deteriorar su capacidad creativa»
La globalización también genera extractivismo cultural (mutación de comportamientos sociales generado a raíz de nuevas prácticas o sistemas implementados), que ha acabado con cantidad de comunidades étnicas y raizales, que a pesar de sus esfuerzos de resistirse a perecer, no han sobrevivido a la globalización que también los ha golpeado y con mucha más fuerza. En ocasiones, han sido también sus costumbres convertidas en negocio, tomando como ejemplo la cultura Wayúu en Colombia, en el que distintos elementos de uso cultural propios de esta comunidad han sido llevados hacia la comercialización de «tulas», pulseras, prendas, etcétera.
Finalmente, la perspectiva de la globalización en cada persona es distinta, algunas la aplaudirán, otras la reprocharán como yo, debido a que no se ha respetado suficientemente la independencia y los aspectos culturales de cada uno de los estados del mundo, y en el que los acuerdos de cooperación entre estados que propone la globalización siempre estarán condicionados a la letra pequeña en el que terminará sometiéndose a la santa voluntad de otros estados.