La paz total para el desarrollo mundial
Por: Ivon Rafaela Almanza Pérez
El pasado martes 19 de septiembre el presidente Gustavo Petro dió un reflexivo discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, en donde abordó temáticas preocupantes para el desarrollo y en materia de viabilidad mundial.
A lo largo de su carrera política, Gustavo Petro ha suscitado debates en torno al rumbo del país. No es un secreto que ha expresado su preocupación por las numerosas causas y consecuencias derivadas de las dinámicas sociales humanas que impactan directamente en la vida de las personas. Sus análisis y opiniones han sido objeto de atención y debate. En su discurso, Petro profundizó en la crisis mundial y señaló a las élites como responsables, acusándolas de ser promotoras de conflictos en diversas formas.
"Se olvidaron que a nuestros países los invadieron varias veces los mismos que hoy hablan de luchar contra invasiones. Se olvidaron que por petróleo invadieron a Iraq, a Siria, a Libia. Se olvidaron que las mismas razones que se expresan para defender a Zelensky son las mismas razones con las que se debería defender a Palestina", expresó Petro, junto con el propósito de cesar todas las guerras para lograr la paz total y equitativa.
En este sentido, en el contexto colombiano, se han evidenciado las luchas, las muertes y las guerras que han surgido a raíz de la desigualdad, la expropiación y los abusos que han vulnerado los derechos de los ciudadanos, siendo la zona rural la más afectada. La violencia interna que ha sufrido Colombia se ha originado lejos de sus tierras, pero ha repercutido en la vida e historia de los colombianos. La lucha de poderes entre las potencias mundiales ha recurrido a la explotación de recursos naturales de países subdesarrollados, lo que ha ocasionado problemáticas como la pobreza extrema, el hambre y la recesión económica.
Según informes de la Comisión de la Verdad, la cual analizó minuciosamente cada uno de los casos registrados de violencia en el país, se dio a conocer cuatro categorías de vulneración de derechos humanos: homicidios, desaparición forzada, secuestro, reclutamiento y desplazamiento forzado.
Por consiguiente, 450.664 personas perdieron la vida a causa del conflicto armado entre 1985 y 2018. Y agregando a esto, si se tiene en cuenta el subregistro, la estimación del universo de homicidios puede llegar a 800.000 víctimas. Aquellas cifras sólo en relación a homicidios son netamente preocupantes. "Si comparo estas cifras con las chilenas, estas cifras son mayores. Es decir, quienes han desatado esta violencia en Colombia, los dueños de la codicia en Colombia, son peores que Pinochet. Allá uniformados, aquí de corbata", comentó Petro el pasado 11 de septiembre, en relación a la incursión armada de un grupo de militares en la vereda Boca del Manso.
A raíz de esto, cada plan de gobierno propone y genera garantías en pro a la protección del ciudadano, además de establecer espacios para el diálogo y construcción de memoria histórica en honor a aquellos que sufrieron el reclutamiento, desplazamiento y homicidios en sus hogares. Según el Plan Nacional de Desarrollo del actual presidente Gustavo Petro, uno de sus objetivos es sentar las bases para que el país se convierta en un líder de la protección de la vida, a partir de la construcción de un nuevo contrato social que propicie la superación de injusticias y exclusiones históricas, la no repetición del conflicto, el cambio de nuestro relacionamiento con el ambiente y una transformación productiva sustentada en el conocimiento y en armonía con la naturaleza.
Asimismo, la paz total es un pilar fundamental en el proceso de dignidad humana, convirtiéndose en una oportunidad para que todos podamos vivir una vida justa y equitativa basada en la justicia. No es fácil transformar y mejorar la calidad de vida de los colombianos cuando se ha vivido un período extenso de guerra y violencia; es necesario observar desde la perspectiva del otro para comprender que es un proceso que requiere tiempo y esfuerzo. Del mismo modo, esto también se aplica para que cada persona tome conciencia de sus actividades consumistas y perjudiciales para el medio ambiente; se recomienda continuar implementando actividades de concienciación y protección de la biodiversidad.