Servir a la comunidad siempre será un honor

“Toda la vida me he interesado por ofrecer o generar una conciencia ambiental a todas las personas que me rodean”.

Margarita Guzmán Riaño es docente de la institución educativa José Celestino Mutis, en la sede Lorencita Villegas, de Ibagué Tolima, en donde lleva a cabo un proyecto ambiental sobre el cuidado personal de los estudiantes. Es una persona que se ha interesado en el bienestar de su comunidad, por ello se preocupa por promover una educación ambiental.

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Laura Marín (L.M.): Margarita, ¿cuál es el proyecto que lleva a cabo en la institución?

Margarita Guzmán (M.G.): Quiero contarles que acá estamos trabajando un proyecto que se llama “Caminando hacía la cultura de mi intimidad”. Este nació porque la fundación Terpel vino a hacernos la propuesta de que nos haría un acompañamiento con un proyecto, para que compitiéramos con 65 países.

L.M.: ¿Por qué decidió realizar el proyecto con los niños de quinto grado?

M.G.: Primero, porque es el grado que tengo a cargo, soy la directora de grado, y segundo, porque es un grupo que traigo desde tercer año, o sea ellos desde los ocho años de edad están conmigo, y es más fácil, ¿no? Hay una hora semanal, que son los jueves, donde trabajamos solamente el proyecto.

L.M.: ¿Desde cuándo y cómo inició el proyecto?

M.G.: Desde el mes de abril. El proyecto inició haciendo cartógrafos, los niños realizaron un mapa de la sede, porque yo trabajo en la sede Lorencita Villegas de Santos. En el cartógrafo pusieron los puntos calientes y brillantes de la institución. La investigación que realizamos es más de carácter social y, a raíz de esa investigación, los estudiantes efectuaron unas entrevistas a los demás compañeros y a profesores. Luego de ello se concluyó que el punto más caliente de la institución eran los sanitarios. De ahí inicio la idea de cambiar la mala cultura de los estudiantes hacia el uso de los sanitarios.

L.M.: ¿Qué actividades realizaron para que este proyecto se llevase a cabo?

jose celestinoM.G.: Primero que todo se hicieron unas entrevistas para mirar cuáles eran los puntos más débiles de la convivencia en los sanitarios. Se entrevistaron a los niños, o sea yo hago el acompañamiento, los direcciono y ellos iban haciendo cada una de las actividades. Entonces, lo primero fueron unas entrevistas para confirmar que ese era el punto caliente de la institución y luego, se hizo una lluvia de ideas para determinar cómo haríamos para cambiar esa cultura y volver ese punto caliente en un punto brillante. Entre esas ideas salió la de lavar los sanitarios para quitarles el mal olor, lo hicimos con los niños de quinto. Para dicha labor conseguimos un jabón especial que hace una señora y lavamos los baños, se les quitó el mal olor, quedaron blanquitos.

L.M.: Además de los niños, ¿alguien más les ayudó?

M.G.: Sí, hubo dos padres de familia que nos acompañaron, la señora del aseo y la profesora presente. Después de eso entregamos en cada salón una cajita con papel higiénico por porciones, para que lo use la mañana y la tarde, que todo el tiempo que haya papel higiénico ahí, porque en la investigación encontramos que había niños que se limpiaban con las envolturas de las galletas y de los cheetos. Luego hicimos una elaboración de cestas con material reciclable, con botellas y tapas. También aprovechamos la remodelación de los baños de las niñas, donde se hizo la separación de los baños de niños y niñas, y, cuando se pasó con cada una de las canastas, se les contó lo que se estaba haciendo y por qué queríamos cambiar esa cultura en el sanitario.

L.M.: ¿Qué otras actividades realizaron durante el proyecto?

M.G.: Elaboramos unos letreros informativos para poner en cada uno de los sanitarios y así motivar a los niños a que cuiden su cuerpo, a que el lugar permanezca limpio, ordenado, más visual. Ya hoy vemos que el trabajo hecho por nosotros y los niños, logró convertir ese lugar en un espacio más ameno.

L.M.: ¿Hasta cuándo va esta iniciativa?

M.G.: Estamos en septiembre y ya en esta semana hacemos la clausura del proyecto. Vamos a entregar un kit de aseo que los mismos niños elaboraron, el cual contiene un shampoo a base de naranja y toronja que elimina piojos, éste como resultado de uno de los proyectos que hicieron en tercero de primaria, unos polvos para los pies y un polvo para limpiarse los dientes.

L.M.: ¿ De quién surgió la idea acerca del shampoo de naranja?

M.G.: Desde 2004 o 2005, aproximadamente, cuando llegó el programa Ondas a la ciudad de Ibagué, la institución se presentó con tres proyectos, entre esos el de la naranja agria. Ondas trabaja a través de preguntas sencillas de los niños, y salió el proyecto que, si era verdad, una abuelita le había contado a uno de los niños que los piojos se acababan con la naranja agria, entonces de ahí nació la pregunta de si ¿es verdad que la naranja agria y la toronja eliminan piojos? Y ahí empiezan los niños una investigación de qué es el piojo, por qué se dan los piojos, los mitos de los piojos, todo lo referente al piojo. Luego todo lo referente a la naranja agria y a la toronja y empezamos a hacer la investigación de forma rústica. En una caja de Petri colocamos el piojo recién sacado de la cabeza y miramos cuánto tiempo duraba vivo al encontrarse en contacto con la naranja agria para así verificar si era cierto o no.

L.M.: ¿Usted también direccionó ese proyecto?

M.G.: Sí, porque resulta que a esos niños yo los acompañé hasta el grado once y un año después para ver si ellos podían hacer empresa con eso que es muy difícil acá en Ibagué. Y, además de eso, otro grupo sacó el zumo de los tallos y hojas de la ahuyama, la papaya y del plátano pintón, con el cual se hizo un depilador natural, porque esas manchas quitan los vellos. Ellos lo comprobaron en el cuero de una vaca, los científicos, unos estudiantes de la Universidad del Tolima, nos asesoraron en la primera parte. Al primer año lo hicimos con hojas, ya al segundo lo hicimos con el fruto de cada una de las plantas y nos dio resultado con el cuero de vaca. Al tercer año hicimos una crema y al cuarto ya los empezaron a encaminar por la parte comercial, para poder sacar empresa y emprender. En este momento hay un niño en la Universidad de Ibagué, digo niño porque para mí sigue siendo mi niño, es el niño Fernando Guiza, él estudia Financiera precisamente por ese proyecto.

L.M.: ¿El proyecto actualmente sigue en pie?

M.G.: Sí, ahora con los estudiantes de tercero nos volvimos a presentar para que ellos investigaran. Como son nuevos niños y no sabían acerca del proyecto que ya realizamos, quisimos que hicieran la misma investigación.

L.M.: ¿Tiene otro proyecto para lo que resta del año con los niños?

M.G.: No, cada proyecto nace de acuerdo a las necesidades del momento que plantean los niños. También trabajé en un proyecto para que los niños aprendan acerca de servicios públicos domiciliarios, a pesar de ser un tema tan duro para los adultos, a ellos les encantó.

jose celestino.jpg 4L.M.: ¿Por qué dice que es un proyecto duro para los adultos?

M.G.: Porque el tema de servicios públicos domiciliarios ¿a quién le interesa? A un niño, no, ¿cierto? A un adulto tal vez le puede interesar porque le llegó la factura costosa. Muchas veces las personas no tenemos esa cultura de querer conocer cómo se hace un reclamo, el camino que hay que seguir para hacerlo correctamente. Si usted va a una oficina de servicios públicos domiciliarios, donde están haciendo reclamos, ¿qué escuchas? Malas palabras, insultos para las pobres chicas de la ventanilla que no tienen ni idea de la ley; entonces, estamos formando. Yo quiero educar a través de un proyecto que se llama Escuelas Comunitarias, de una confederación de vocales a nivel nacional, donde estamos formando niños con participación ciudadana, para cuando sean adultos sepan qué es participar en una empresa y ser veedor ante una empresa.

L.M.: ¿O sea que su idea, su convicción o su propósito con los estudiantes es enseñarles cultura ambiental y cultura ciudadana?

M.G.: Es que la cultura ciudadana es amigable con lo ambiental, ¿cierto?  Si hay una cultura ciudadana bien fundamentada, sobre todo en servicios públicos que es tan difícil en Colombia, yo creo que habría una mejor calidad de servicios públicos domiciliarios, una mejor atención al público, no habría reclamaciones.

L.M.: ¿Se considera una líder ambiental?

M.G.: Claro que sí, porque aparte de hacer proyectos ambientales en la institución, hemos hecho varios por fuera de ella. En el barrio Jordán, donde yo vivo, realizo jornadas de capacitación sobre la importancia y el proceso de separación de los residuos sólidos a las etapas 1, 2, 3 y al barrio la Floresta.

L.M.: ¿Usted se capacita para dar esa información?

M.G.: Sí, yo me capacito constantemente con  INTERASEO y con otras fuentes para brindarles la mejor información, ya que para mí es muy importante el tema ambiental. Toda la vida me he interesado por ofrecer o generar una conciencia ambiental a todas las personas que me rodean. Además de eso también brindo la información sobre servicios públicos domiciliarios, enseño a hacer una reclamación y todo eso.

L.M.: ¿Alguna otra cosa por decir, Margarita?

M.G.: Yo sí quiero decir que, a pesar de lo poco que he hecho por estos niños que han pasado por mis manos y por estos proyectos, ellos tienen un pensamiento muy diferente al de los demás de la institución, estoy convencida de eso.

 


Entrevista por: Laura Marín, estudiante del programa de Comunicación Social y Periodismo. Universidad de Ibagué..  

 

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