¿La paz es el fin de la guerra?
Por: Gabriela Casanova Semma, Nicoll Tatiana Miranda, María Alejandra Urrea, Cristian Aponte Salazar, Juan Manuel Capera, Juan José López y Juan Felipe Murillo Rivera.
Foto tomada de Plataforma Colombiana de Derechos Humanos.
Según el artículo 22 de la Constitución Política de Colombia, la paz es un derecho y un deber que debe ser cumplido obligatoriamente. Sin embargo, en el país, siempre que se menciona la palabra paz, se suele relacionar directamente con la guerra, los conflictos y las negociaciones. Por lo tanto, el concepto se puede asumir de distintas maneras y depende de un contexto sociopolítico. Entonces, se puede decir que hay cierta controversia o duda sobre lo que en realidad concierne su significado.
Cuando se habla de la palabra «paz», se pueden encontrar diferentes significados según donde se busque. En la RAE, se define como «situación en la que no existe lucha armada en un país o entre países» o «acuerdo alcanzado entre las naciones por el que se pone fin a una guerra». Mientras que en la ONU, su definición se encuentra como «La paz no solo es la ausencia de conflictos. Convivir en paz consiste en aceptar las diferencias y tener la capacidad de escuchar, reconocer, respetar y apreciar a los demás, así como vivir de forma pacífica y unida».
Foto tomada de Méxicosocial.or.
La concepción de la paz es un tema ambiguo en la sociedad. En la mayoría de los casos es entendida como el fin de la guerra, pero hay quienes la definen como un constructo social. Por ejemplo, Henri Bouché Peris, filósofo y letrado de la Universidad de Valencia, narra en su libro 'La paz comienza por uno mismo' que la paz es mucho más que la ausencia de guerra: «Donde reina la pobreza, la injusticia o la trasgresión de los derechos fundamentales, aun con el silencio de los cañones, no hay paz». Asimismo, el libro 'Poder y control en un corredor estratégico', publicado por Ediciones Unibagué, insiste en que la construcción paz consiste en la transformación de dinámicas de poder: «(…) contribuye a una mayor equidad, a una mayor participación (también más cualificada) de todos los actores y si facilita el desarrollo de las diferentes identidades implicadas (indígenas, campesinas, negras)».
Foto tomada de Idencityconsulting.com.
Cuando hablamos del contexto del conflicto armado colombiano, la construcción de paz en las comunidades abarca la memoria y la reivindicación del sentido de sororidad entre víctimas. Según Jhon Jairo Uribe, antropólogo y docente del programa de Ciencia Política en la Universidad de Ibagué, un ejemplo claro y tangible de materialización de Memorias de la Red de Mujeres Chaparralunas por la Paz. «El mismo proceso de discutir quiénes somos, de dónde venimos y para dónde vamos, de crear lazos con nosotros, generó nuevas relaciones y posibilidades de acción. Esto les permitió fortalecer su identidad», señaló.
Del mismo modo, Uribe, que cuenta con el apoyo del proyecto 'Escuelas, Territorios y Posconflicto', dice que no se usa la violencia para hablar de paz. Al contrario, se empieza a pensar en la paz desde la paz, no desde el final del conflicto.