Por:  Linda Alejandra Rojas, estudiante de Introducción a los medios de comunicación

Ella irradia alegría con su sonrisa, tiene una mirada profunda al hablar y se expresa con mucha naturalidad. Su mirada transmite mucha seguridad y de todos los componentes que la conforman, su feminidad resalta por su apariencia y forma de ser. Tina, como le dice su familia, quienes la llaman así de cariño, realmente se llama Dana Valentina Lozano Huertas, nació el 29 de marzo del 2007 en Girardot Cundinamarca, y como la indecisión hace parte de ella, no puede elegir un solo color favorito, así que el blanco y el rosado son sus preferidos.

Valentina se mudó hace poco de El Espinal para iniciar su proceso formativo universitario en la Universidad de Ibagué, en el programa de Comunicación Social y Periodismo. Ella se define a sí misma como una persona altamente responsable y con un gran sentido de pertenencia. Sin embargo, en sus tiempos libres disfruta hacer muchas actividades dinámicas que la saquen de la rutina, como ver series o películas preferiblemente de terror, narcotráfico o romances adolescentes.

Al preguntarle a ella qué hace en su día a día, se toma su tiempo para pensar bien su respuesta. Después de unos segundos en los que se le ve muy pensativa, como si estuviera tratando de organizar sus ideas, Valentina dice que normalmente se levanta para iniciar su día antes de las 5:00 de la mañana y a sí asistir a sus clases de la universidad, que regularmente empiezan a las 6:00 a.m. Las jornadas la mayoría de veces son muy extensas, por lo que va a su casa y descansa lo necesario para renovar fuerzas y hacer los quehaceres del hogar o actividades propias de la universidad. Depende de la dinámica de cada día es usual que Valentina acompañe a su papá, el señor Marlon Lozano, a hacer actividades como mercar, ir de shopping o disfrutar una comida. Y es así como termina un día promedio en la vida de Vale. 

Tina se considera una persona muy sociable y extrovertida. “Puedo comunicarme muy fácil con los demás y entablar una conversación fácilmente”, mencionó mientras le hacía algunas preguntas sobre ella. Agregó que al inicio de cualquier relación puede llegar a ser muy inexpresiva, pero al crear confianza con las otras personas se desinhibe y se permite ser más ella misma. “Me vuelvo una persona más expresiva, graciosa, y se me hace muy fácil poder comunicarme con otras personas”, concluyó. 

Ana Sofía Ruiz Castiblanco, amiga de Valentina, la define como una persona incondicional que comparte muchos gustos en común como salir, arreglarse y  maquillarse juntas. Valentina y Sofía se conocieron gracias a la universidad en donde encontraron metas y hobbies similares. Sofía coincide con la percepción que Valentina tiene de ella misma al relacionarse con más personas y sostiene lo siguiente. “Siento que al principio es un poquito tímida, pero apenas coge confianza, es un “terminator”.

De todas las situaciones que Valentina ha pasado a lo largo de su vida, uno de sus mayores logros, fue graduarse el año pasado del colegio Nuestra Señora del Rosario, ubicado en el Espinal y haber sacado un puntaje gratificante en la prueba de Estado realizada a los estudiantes de undécimo, lo cual le permitió entrar a la universidad y estudiar la carrera de sus sueños, porque tal como lo menciona en medio de nuestra conversación, no todos tienen esta posibilidad. A nivel familiar se siente orgullosa de poder haber conocido Punta Cana en 2019 y disfrutar al máximo ese viaje con su familia.

Con cara de felicidad, Valentina me agradece el espacio que tuvimos para conocerla un poco más, saber quién es ella en realidad; y qué le gusta hacer en su vida. 

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